La conversa con el concuñado giraba en torno a para qué uno se enfrascaba investigando un personaje muerto, lejano en el tiempo. Si con eso se ganaba para vivir, o qué se ganaba finalmente. Uno intentaba explicar lo inexplicable para quien debe llevar todos los días las lucas para el puchero. Pero se produjo un instante de quiebre, cuando mencioné que el personaje en investigación había sido protagonista, como el malo de la película en los hechos de Chile Chico, llamados Guerra. Ahí el concuñado quedó unos segundos en silencio y luego conversó sobre su abuela y lo que ella recordaba de la llegada de los antiguos de la familia. Quedó 1902 suspendido en el aire de la casa. Una fecha inexplicada por la historiografía, una fecha que sólo se recuerda como la del "Laudo arbitral".
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