15 enero 2017

2017.


Veo al frente un hombre vestido.
Lo desnudo con la mirada
prenda a prenda le arranco.

Y voy con ellas vistiéndome
maniquí en la vitrina queda
quedo, respirando lento.
Afuera el tráfico arrecia
y sobre él arrecia el sol apocalíptico

Desde el pasillo más alto del edificio
emprende el vuelo otro hombre, vestido.
Sus alas no le responden…
adentro, siguen todos vistiendo y desvistiendo cuerpos.

Un plástico negro cubre al hombre desnudo
Seguridad ya ha llamado al camión de la basura.
Más allá está la tienda de helados.

03 enero 2017

Fundación de Balmaceda, 01 de enero de 1917


Aquella mañana de año nuevo, el viento no dejó de azotar las cuerdas que pendían de las estacas del futuro pueblo. Poco a poco llegaban pobladores desde distintos puntos del valle Simpson, para celebrar la fundación. Se llamaría Balmaceda en honor al presidente que impulsó la colonización nacional, antes que fuera derrocado en 1891.
No se sabe muy bien por qué Antolín Silva Ormeño eligió aquel 01 de enero de 1917 para fundar Balmaceda. El caso es que así lo informó al Gobierno en agosto de ese mismo año, cuando le escribió solicitando el reconocimiento por decreto la fundación de la localidad.
En el volante que Silva Ormeño preparó en noviembre de 1916 para promover entre los pobladores la fundación del pueblo, informaba que la mensura y estacado del mismo (siguiendo el plano circular que había dibujado en junio de 1914 según sus propias anotaciones), demoraría unos dos meses y se necesitarían unos dos mil metros de madera aserrada para las estacas. Planteaba asimismo a los potenciales interesados, que contribuyeran con $20 moneda argentina, los que serían destinados a la construcción de la escuela pública de la localidad.
Para aquel 01 de enero, imagino que se organizaron con el fin de realizar un acto simbólico, no una fiesta (bueno, tal vez sí hubo fiesta: asados, licor, para celebrar el acontecimiento), como el izamiento del pabellón chileno, o simplemente la congregación de pobladores para hacer oficial una idea que ya llevaban conversando por lo menos 5 años.
Con el pueblo fundado, comenzó el levantamiento de las primeras viviendas. Ladrillos, adobe y madera fueron los materiales usados en ello, zinc traído de Argentina o tejuelas hechas en los bosques cercanos, para los techos.
En junio de 1918, el ingeniero Carlos Lemus, en viaje al sector de Chile Chico para levantar actas por los bienes de los pobladores que Carlos Flach pretendía desalojar, pasó por Balmaceda y contabilizó 35 casas ya erigidas, y una población aproximada de 250 personas. Todos esperaban el decreto que diera por creado el pueblo, pero no se sabía nada todavía y Lemus no fue de gran ayuda en dilucidar las inquietudes de los colonos.
Tiempo después, a fines de ese 1918, se enterarían todos que el Gobierno no había podido avanzar nada por el simple hecho que el expediente elevado por Silva Ormeño, había permanecido extraviado más de 1 año ¡en la Oficina de Tierras y Colonización de la Araucanía! Desde allá fue devuelto recién en noviembre y pudo así seguir su tramitación durante todo 1919, año que cerraría con la dictación del decreto Nº 1610 el 30 de diciembre, donde se "creaba" el pueblo de Balmaceda y se aceptaba el plano propuesto por su fundador, Antolín Silva Ormeño, aunque con ciertos reparos que 10 años después quedarían plasmados en el plano oficial del Estado... pero esa es otra historia.

¡Feliz Centenario Balmaceda!

Mauricio Osorio