21 agosto 2007

RECTA PROVINCIA


Ayer se estrenó una serie chilena muy publicitada en Chile: Recta Provincia del director Raúl Ruiz. Pero la publicidad parecía/padecía de un esfuerzo sobrehumano de parte de TVN por posicionar a Raúl Ruiz o más bien celebrar que tengamos todos una serie dirigida por este gran director chileno radicado en Francia. "Deben convencerse chilenos, Raúl Ruiz nos ha regalado este trabajo", parecía ser el eslogan subliminal. A pesar de esa no tan feliz promoción a mi juicio, esperé con ansias el estreno de la serie. Puteé a Santiago Pavlovic, porque como nunca su Informe Especial seguía y seguía. ¡Qué me importaban unos minutos más o menos de morbo sobre los campamentos y la discriminación social! Quería ver Recta Provincia, quería comprobar si Ruiz lograba la atmósfera que yo mismo respiré tan pocas veces al visitar la casa viaje de mi abuela en Colchagua. Quería saber si las historias de vivos y de ánimas eran similares a las que alguna vez escuché en noches de velas amargas.


Y ya con el frío calado en mis pies, me arrimé al sillón, luego me levanté, luego me volví a sentar y Recta Provincia no aparecía. Cambié de canal y vi a un preocupado Bruce Willis pensando en su mujer mientras las balas arrasaban una habitación de aeropuerto sin hacerle daño alguno.


Volví al canal de todos y de nadie y ¡ahí estaba la serie, el estreno! había comenzado todo para mí! Rosalba, Paulino, la higuera, el jardín, la lluvia y la sequedad juntas, las ánimas jugando, bailando, llorando. Era esa misma atmósfera de infancia, era ese mismo olor que se escapaba de la pantalla o de mi cabeza o de mi nariz. Paulino era Hernancito, el diablillo era mi abuelo. Rosalba, mi abuela o la vecina vieja del callejón Los Sauces. Era ese Chile antiguo, que levita entre nosotros que nos creemos sumergidos en la vorágine de la modernidad.


Recta Provincia es una hermosa serie chilena. Raúl Ruiz es un hermoso chileno, viviendo hace más de 30 años en Francia.
Todos los lunes , parece a eso de las 23:15 o si Pavlovic huevea, más allá de las 23:30

03 agosto 2007

Elisa España, tejiendo en su telar botado o qelwo

Entrevista a Elisa España, artesana textil, sector rural Arroyo El Gato, comuna de Coyhaique, región de Aisén.
Fecha: 16/01/96
Lugar: Casa de artesana
Entrevistó: Mauricio Osorio

- ¿Hace cuánto usted se dedica al tejido?
- Hace 48 años. De Chiloé vengo yo trabajando, de muy niña. Una empieza con los hilos, después con el telar que las mismas mayores le enseñan a trabajar y de ahí va tomando una decisión. Después cuando ya es madre de familia, uno dice bueno, ¿por qué no hago esto?, no importa que no me quede bien, voy a hacer la tentativa de hacer algo. Mi esposo trabajó allá muy cerca de Ñirehuao, entonces yo tuve muy buen éxito en cuanto a los trabajos porque había mucho personal, entonces yo hacía bufandas, hacía el calcetín de lana, hacía el gorro, la chomba, la frazada de lana, el poncho que lo utiliza el campesino que anda a caballo, las prevenciones, la maleta que la utilizan los obreros de a caballo, es muy útil y así me fue gustando cosa por cosa, tenía todo su salida, se vendía. Bueno, un algo para los hijos, yo fui madre de familia como ya digo.

02 agosto 2007

TEXTILERIA

Materia Prima

La principal materia prima utilizada en Aysén es la lana de oveja (ovis ovis), obtenida mediante el procedimiento de esquila de estos animales. Este trabajo es realizado entre los meses de diciembre y febrero de cada año, dependiendo de la zona (Galindo, 1996). Sin embargo, hemos podido establecer que antiguamente, en diversas zonas del territorio regional, la esquila era más tardía, extendiéndose entre los meses de enero a marzo o incluso abril de cada año (Grosse, 1986).

Existen referencias orales[1] que informan sobre el uso de fibra de caprinos (capra sp.) en algunas zonas donde la crianza de este ganado ha cobrado gran importancia. Sin embargo, no se ha podido establecer datos más precisos al respecto (ej. raza de caprinos, precisión de la época en que su fibra fue utilizada)

Otra materia prima es el hilo de algodón, en sus diversos grosores. Es usado para coser telas y realizar diversas terminaciones en objetos textiles y vestimenta. Este material es adquirido en establecimientos comerciales delas princpales localidades de la región.

Hemos distinguido también el uso de hilo de algodón para bordar, utilizado en la confección de bordados manuales (sector sur de la región). A este respecto, y al observar algunas piezas antiguas conservadas en diferentes museos locales, se puede establecer que se utilizó antiguamente hilo de seda para realizar estos trabajos.

Se observa también el uso de lana industrial o sintética, que por la variedad de colores que se encuentra en el comercio, permite a las artesanas elaborar piezas textiles muy llamativas.

En los últimos años se ha incorporado como materia prima la fibra de alpaca (Lama pacos), introducida a partir de proyectos de investigación y manejo impulsados por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y ganaderos particulares[2].

Algunas técnicas textiles utilizan telas industriales como base para la elaboración de productos (bordados) o complementos en la decoración de piezas y objetos (tejidos a telar y palillo).


[1] Entrevistas realizadas a tejedoras del sector rural El Claro-Lapparent y de la localidad de Puerto Ibáñez, durante talleres de capacitación realizados el año 2001.
[2] Desde el año 1995, INIA Tamel Aike, ha desarrollado un proyecto de repoblamiento de este tipo de camélido sudamericano, en la región. Este trabajo ha contado con el apoyo financiero del Gobierno Regional de Aysén y ha significado una diversificación de la ganadería, tanto mediana como pequeña. Exitosos ejemplos encontramos en el valle del Río ibáñez y en sectores rurales de la comuna de Coyhaique.