28 octubre 2008

Gotas

A la gota que tiembla

le digo no soportes tu rapto

horádale el cráneo a tus raptores


A la gota solitaria le digo

gárgaras haría con tu sonido que se pierde

para siempre


TAC, TAC, TAC

PLAP, PLAP, PLAP


A la gota loca de agua amoratada

le canto su canción, su ritmo

le lloro encima su dolor


A la gota impávida

le digo teme

a los que sonríen

y sueñan con tu extinción


Aborréceles, denúnciales la artimaña

impídeles el muro sobre tu pecho diamante

anégate de hielos en estertores

y avalanchas


Demuéstrales oh! gota milenaria

que eres río eterno,

poderoso flujo ancestral,

caudalosa sencillez

verbo de dioses y culturas


Rosamel Gaete

26 octubre 2008

Elecciones en Coyhaique. Fotos del proceso

Calle Prat, ida y vuelta hacia la Escuela Pedro Quintana y el Liceo Josefina Aguirre

Ingreso al local de votación Liceo San Felipe a las 10:00 am

Voto con la leyenda Patagonia sin Represas

Preparándose para el conteo de votos

Conteo de votos Alcalde

Apoderados de mesa siguiendo el conteo

Ganó Omar Muñoz, aunque no por un margen extraordinario. Lo interesante es la alta votación de Paz Foitzick, que quedó en un gran tercer lugar, lista para empezar a liderar un movimiento regionalista desde Coyhaique. Iván Gutierrez, perdido en el segundo puesto deberá tragarse su altanería y tal vez correrse para dejar paso a dirigentes y dirigentas locales y jóvenes que sepan remendar las fisuras que él con tanto esfuerzo se dedicó a producir como Intendente.
Valentina Millalonco, por quien voté alcanzó un 4%, manteniendo la votación del Juntos Podemos Más.

En concejales, llama la atención la abrumante mayoría obtenida por Aracely Leuquén de RN que demuestra con esto que la dedicación seria y permanente a la política con trabajo de calle y de comunidad da resultados y muy buenos. El otro que arrasó en la vereda de la concertación es Jorge Díaz locutor, primera mayoría. Pero lo claro es que la Alianza ganó lejos en la votación a concejales, ya que se observan allí las más altas mayorías de Coyhaique.


Me fue como las huevas en la Beca Fondo del Libro

He aquí la evaluación a los dos proyectos que presenté al segundo llamado de la Beca de Creación Literaria del Fondo del Libro y la Lectura, año 2008:

1. Finalización Poemario QUEMAR LAS ALAS

Evaluación Técnica
Criterio Ponderación Puntaje
Currículo e idoneidad del postulante 15% 80,00
Total 15% 12,00
Fundamento de la Evaluación Técnica

Currículum del postulante: correspondencia entre currículum con categoría y genero


Evaluación Cualitativa
Criterio Ponderación Puntaje
Calidad de la propuesta 70% 69,00
Relevancia 15% 70,00
Total 85% 58,00
Total Evaluaciones 100% 70,00
Fundamento de la Evaluación Cualitativa

Calidad literaria de la propuesta escritural: poema de irregular factura


Selección
Resolución Monto Solicitado Descuento Monto Final

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2. Realidad y ficción de la región de Aysén: reflexiones desde la Etnografía

Evaluación Técnica
Criterio Ponderación Puntaje
Currículo e idoneidad del postulante 15% 60,00
Total 15% 9,00
Fundamento de la Evaluación Técnica

Curriculum regular.


Evaluación Cualitativa
Criterio Ponderación Puntaje
Calidad de la propuesta 70% 60,00
Relevancia 15% 60,00
Total 85% 51,00
Total Evaluaciones 100% 60,00
Fundamento de la Evaluación Cualitativa

No queda nítido el objetivo. No resulta claro si es una crónica o una mirada de un especialista.


Selección
Resolución Monto Solicitado Descuento Monto Final

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Se puede colegir que ahora tengo mejor curriculum como escritor y "poeta" y curriculum ahí no más como antropólogo y "etnógrafo".

Y cuál es mi opinión respecto a estos resultados? Bueno, que el proyecto de etnografía no fue bien formulado, lo hice casi al filo del plazo, rapidito, lo que claramente se reflejó en la coherencia.

Respecto de Quemar las Alas, creo que surtió efecto fundamentar por ejemplo que:
"Después del lapidario resultado que obtuve el año 2003 en este mismo concurso, evaluado con 'NO CALIFICA' por los tres jurados de la época, "por tratarse de aficionado más que de escritor novel" (categoría que ahora ha cambiado a emergente); me he dedicado a trabajar mi propuesta poética, participando en talleres literarios a escala provincial, en la ciudad de Coyhaique, región de Aysén. Esto es, con talleristas de mucha calidad, PERO NO (re)CONOCIDAS A NIVEL NACIONAL (claro, la recomendación viene de cerca). Mi trabajo se centra en un tópico que nos cruza y crucifica a quienes escribimos desde Patagonia: la lucha por la visibilidad y la lucha intestina por el pequeño y breve sitial que nos construimos en el circuito menor de nuestras vidas literarias de provincia. Todo ello por supuesto, mediado por el paisaje aplastante y bello de Aysén, que se acerca a esa belleza que los Aimará definen como propiedad de la locura y a la cual por lo mismo hay que temer y "no mirar". Dejando a un lado las digresiones, este es el contexto histórico y referencial de mi escritura. La fundamentación se encuentra en mi decisión de seguir escribiendo poesía a pesar de las lápidas nacionales de antaño y tal vez por ellas mismas. A pesar de no ser una joya de talento, de esas que se descubren y deslumbran al país literario. Pero persevero, escribo y busco un tono, un hablante, una temática que indaga en el dolor de la provincia que ni siquiera es vista como tal, que sólo es observada como "la nada apenas habitada". Aquí se encuentran especies diversas de seres que a diario intentan vuelo, que viven en los intentos de ser vistos desde "el norte" y que por último deciden morderse mutuamente para ser vistos en el homicidio (metáfora actual y poderosa fue la de Rodrigo Orias, hace unos años). Aquí, las alas que acompañan la intención de mi vuelo se describen junto al cuerpo que las soporta y al alma que las alimenta, pero ocurre que se quiere quemarlas, eliminarlas para intentar escapar de un paraíso inexistente: Patagonia. Las batientes vuelven a nacer, nacen y nacen y se ruega, se implora, se blasfema para que dejen de ser alas."

Y ahí estamos. Ojalá que algún otro postulante de Aisén haya sido seleccionado en este segundo llamado. Me imagino que ya mañana sabremos los resultados nacionales. Y sigo escribiendo las Alas y me propongo ahora más que nunca publicar MIRADA INTRUSA que está listo ahí para cerrar este año de lujo.

14 octubre 2008

Todo flota ahora

Escrito hallado sobre una copa de árbol, más o menos a tres metros de lo que fuera tierra

Mi queridísima:

Esta vez no podré cumplir a cabalidad con la tarea que solicitara hace casi una semana atrás. Realmente lo lamento mucho, pues me pareció muy sugerente su propuesta: explorar nuestras emociones en la tragedia. Eso fue lo que entendí. En fin, cada cual entiende según sus emociones.

Los motivos de mi deserción de este trabajo dicen relación con la escasez de todo lo necesario para escribir en estos momentos. No poseo lápices, ni una buena cantidad de papel, ni siquiera mesa y silla que me permitan la posición adecuada para imaginar y luego explayarme sobre las hojas blancas. Todo flota ahora. Al menos todo lo que se salvó del lodo. Navegan objetos y extremidades humanas perdidas, sin un destino fijo, sin una corriente que los traslade a alguna parte. El agua, aunque se mueve (eso es innegable, porque la cajonera de lenga que antes estaba a mi derecha ahora se ha desplazado hacia mis espaldas), parece quieta como la que uno ve en esas lagunitas con patos y junquillos cuando recorre la carretera al sur del Cerro Castillo.

Alcancé a subirme a este árbol no bien había empezado el desastre provocado por la represa, que no soportó más el aumento del caudal, reventándose las compuertas antes que los operarios pudiesen abrirlas controladamente. Todo porque no ha parado de llover desde hace 6 días. Todo porque el calor reinante ha derretido nuevamente gran parte del glaciar. En cuestión de minutos, todo quedó sumergido bajo millones de litros de agua y cientos de toneladas de concreto destruido. Ni siquiera se escucharon gritos de espanto, pues el ronco avance del agua, los depósitos y el cemento prevalecía sobre el territorio.

Este árbol donde vivo hace 4 días, hube de compartirlo con dos personas más, de suerte que en una rápida distribución de la altura me quedé con la copa, mientras mis vecinos (una pareja joven) se quedaban con la zona de inicio de las ramas.

No creo que pueda bajar muy pronto de aquí, porque el agua sigue subiendo y nos hemos dedicado a rogar tres noches con sus cuatro días a que se detenga. Entre las oraciones doy gracias a dios por darme la fuerza para escalar este hermoso árbol. Estoy vivo y eso debe ser suficiente para considerar la idea de mantenerme así.

Como una manera de combatir la locura, recordé su solicitud y comencé a pensar cómo escribirle estas breves líneas. El árbol me ha entregado la respuesta: tiene grandes hojas de un verde pálido, que serán mi papel querido. Y la tinta la he obtenido de sus frutos oscuros y jugosos, que además nos han servido de alimento, aunque se van acabando al ritmo de nuestro desesperado consumo y estimo que no durarán más allá del miércoles, porque además ocupo una buena cantidad para redactar estas líneas. Los tallos de las hojas me sirven de improvisadas plumas, pues terminan en una punta fina y absorbente que al untarse en la tinta se hincha graciosamente y mientras escribo se va vaciando de suerte que como se dará usted cuenta las palabras juegan al gordo y al flaco durante toda esta carta.

Tengo un poco de frío y creo estar algo afiebrado. Preciso descansar, dormir un poco. Mañana si el agua ha calmado su movimiento, decidiremos si bajamos en busca de alguna orilla que nos permita acceder a lo que queda de tierra en este valle destruido. Creo que caminando hacia el norte, llegaremos a zonas más bajas y acogedoras, según lo que hube de distinguir desde mi actual hogar, la copa de este bello árbol de hojas verde agua.

05 octubre 2008

Fumarolas

Son dos madrugadas las que llevo soñando con fumarolas, lluvia de piroclastos, rodados incandescentes, tensa espera del final y la ceniza. En ambas se despiertan volcanes perfectos en su fisonomía y no puedo distinguir dónde me encuentro con mi familia. Es ciudad, es aglomeración y por cierto un sordo alarido de espanto ante las explosiones y el hongo tóxico que se alza sobre el territorio. Pero ¿dónde otra vez? Me despierto intranquilo, pensando en elHudson acá muy cerca, creyendo que se despertará otro cono en cualquier parte y en cualquier momento, sin darnos tregua para organizar una evacuación: sólo para encerrarnos en casa a esperar algún final sobre la mañana que comienza.

01 octubre 2008

Notas de nada. Octubre ya.

Hacia las 5 de la tarde comenzaba a cruzar la plaza y un niño chillaba adolorido en alguna parte. Su hermana algo mayor que él intentaba abrazos de consuelo. El niño sangraba y lloraba, la niña se asustaba. Me acerqué para ayudarles, me acerqué porque pensé que podían ser mis hijas, que eran mis hijas. Me acerqué y le dije a la niña que llevara a su hermano a los baños públicos (oh! los maravillosos baños públicos) para enjugarle la boca, para que se limpiara la herida. Le pregunté dónde padre o madre. La abuela en un mistral azul, me dijo nerviosa. Dónde pensaba yo estará esa abuela, en esas diez calles de locura y daba vueltas al revés de las manecillas del reloj viendo tres o cuatro de esos inmundos autos de tercera que son la ostentación de una riqueza vana. De la abuela nada y los dos pequeños en el baño de mujeres, él llorando ella a su lado y dandole sorbitos de agua. Me acerqué al acceso y la mujer de los papeles higienicos para el culo, indolente miraba el techo, cuando el llanto del niño recrudecía. Y otra mujer entra a ese baño y advierte divertida la tragedia de esos niños: Ah! se mordió la lengua, laralí, laralá, y se encierra a evacuar sus orines cantando. Entonces me doy cuenta que el asunto es peor de lo que pensaba, porque el niño mordió su lengua y entonces la sangre seguirá brotando un largo rato. Ingreso al baño y le digo a su hermana que mejor lo lleve donde está su abuela, dónde está su abuela y la niña asustada aún más me dice no se preocupe, no se preocupe yo voy sola, sé donde está mi abuela. Y en segundos esa niña temió de un hombre que quiso ayudarle, temió porque hay que temer y desconfiar. Temió porque ni madre ni padre estaban allí, sino un hombre extraño, extrañamente preocupado por ellos, mientras todos los demás ojeaban la escena indolentes, un niño sangra y llora nada más. Este hombre siente la derrota, la insanía instalada entre las gentes, siente que todo puede ser mejor en solitario. Nada.

Sábado, domingo, lunes, suicidios: un piquero limpio y femenino al río Aysén, un cinturón de cuero para el despechado, una soga para el paco. Nada más. Es la luz, es ese niño llorón, son esos horizontes infinitos, ajenos. La Patagonia muere a ratos, muere y este hombre piensa que es mejor entonces cruzar la plaza pensando.