30 junio 2007

Sandalio Méndez



Esta es la inscripción en la tumba de Sandalio Méndez en el Cementerio de Balmaceda. Era un comerciante argentino que a la fecha de su muerte residía en Balmaceda, localidad fronteriza con Argentina, ubicada al este de Coyhaique, en la región de Aisén. Fue ultimado a balazos por carabineros al mando del teniente Seguel el 2 de junio de 1920. Así relata José Pomar* el episodio:
"...el hotelero o cantinero argentino Sandalio Méndez, muy amable y al parecer buena persona, 15 días después, atrincherado en una ventana del club intentó balear al teniente Seguel y que Méndez fue ultimado por los carabineros."
Esto no pasaría de ser una nota anecdótica sobre la violencia en patagonia fronteriza si no es por un hallazgo interesante que hicimos el 2005 en el registro civil de Coyhaique. La inscripción de su defunción fue hecha el 5 de marzo de 1921 (El registro civil había sido abierto en 1920). La fecha de muerte es correcta, pero la causa de muerte es increíble: Accidente. Sólo eso. Las preguntas incidiosas surgen de inmediato ¿se ocultó premeditadamente la causa de muerte? ¿Por qué? Este es uno de los tantos casos de violencia ocurridos en las primeras décadas del poblamiento occidental de Aisén.
* La Consesión de Aisén y el valle Simpson, 1923 [edición facsimilar de 2004]: 70

27 junio 2007

Tanteando la maravilla

Las enredaderas de luz trepaban por mi cuerpo aún dormido. Mis ojos en aquella época, se abrían con cierta gracia ante una claridad repleta de madera envejecida. Una humedad efímera, que los más viejos llamaban rocío, acariciaba la mañana, las arvejas y los tomates verdes. Las aves bebían a grandes sorbos gotas que aguantaban sobre hojas de parrones e higueras. Son unas bataclanas decía la abuela, lanzándole maíz a las gallinas.

Aún adormecido, acercaba el rostro a una palangana y con ambas manos recogía un agua gélida que despabilaba. Así dispuesto, tomaba asiento bajo el dintel de la puerta más iluminada y, tanteando la maravilla, observaba el movimiento de un remo enorme que se internaba en el hocico oscuro y reverberante del horno, cargado con grandes trozos de masa percudida. La vieja Elena -como le decía su marido cuando llegaba con los últimos rayos de sol sobre la espalda- azuzaba el fuego con un trozo de lata ennegrecido. Pan antes que pan, pensaba yo aniñado.
(agosto 2005)

23 junio 2007

“…si hay un volcán es porque está saliendo de abajo y el congrio salía medio cocidito ya listo para la olla.” (Mirta, 51, Puerto Aysén)

Nocturna

Por las noches claras y amarillas
Voy camino de la suerte y la fortuna
Si me asalta el desvarío de la luna
La tajeo con toda clase de cuchillas

Y todo el mundo observa aquella escena
La luna con la cabeza rasguñada
Que se sonríe de verse tan obscena
Y se pasea como loca desgreñada

A su derecha bufa una silueta
Que se sostiene apoyada al infinito
Con la diestra empuña una muleta
Y la siniestra se prepara de a poquito

Para ensartar la hedionda epifanía
En el tumulto que mira el horizonte
Como esperando asir la sinfonía
De los colgados en la cima de los montes

El viento mece a esa hora moribunda
Varios cuerpos salpicados de orificios
Carroñeros de pelaje sobre el cielo abundan
Con sus picos rojos de tanto sacrificio

Porque trabajo han tenido por semanas
Es mucha muerte la que vida les regala
Y sin descanso han comido carne y ensalada
Gordos y brillosos se pasean con sus alas

13 junio 2007

El paquete de correos

Estaba nuevamente a las ocho y treinta de la mañana frente a la puerta del correo. Era la tercera vez que volvía a esa oficina. Estaba cansado y ansioso, no quería pensar que la fatalidad nuevamente lo perseguía. Apenas se abrieron las grandes hojas de la puerta, Calixto ingresó dispuesto a quedarse toda la mañana si era necesario, hasta que encontraran lo que debía haber llegado antes de ayer. El interior de la vieja oficina conservaba ese olor a humedad que tienen las construcciones en esa parte del país.

El encargado, un vejete de aspecto amable, le saludó algo avergonzado. Calixto perdía ya la paciencia, dos días y el bulto no había aparecido. Pensó interponer un reclamo por el retraso, pues la empresa debía cumplir estrictamente con los siete días en la entrega de correspondencia como decían los carteles pegados en todas las oficinas del país: “SU CORRESPONDENCIA EN 7 DÍAS! ES UNA PROMESA DE LA EMPRESA DE CORREOS”. Y ya iban nueve.

El paquete estaba debajo de toda la correspondencia de la semana. Por eso el encargado del correo no había podido encontrarlo todavía.

-Discúlpeme señor, dijo el encargado. Es que en estos días suelen haber inconvenientes, usted sabe, se celebra el aniversario del pueblo y llegan saludos de todos lados. ¡Mire! Aquí está su paquete, sin ningún rasguño.

Al ver la caja, olvidó completamente su molestia. Su rostro se tornó tierno y algo triste.

-Son mil quinientos pesos señor-.

Introdujo la mano en el bolsillo de la camisa y sacó dos billetes arrugados que depositó sobre el mesón sin prestar mucha atención al funcionario que le seguía hablando. Tomó delicadamente el paquete, acariciándolo con la mirada. Desprendió el papel donde figuraban los nombres de remitente y destinatario y en su lugar colocó una nueva hoja sobre la que escribió con prolijidad los datos necesarios para enviar la caja, esta vez especificando la fecha en que lo enviaría, para así poder reclamar si el servicio demoraba nuevamente cuando fuese a retirarlo.

08 junio 2007

Por ese miedo…

Por ese miedo no seguí escribiendo huevadas
Por ese miedo a mi lapicera,
A la risa, ala burlada

(Aunque nunca alcancé a obrarme de miedo)

Lo llevé conmigo para que espantara
Mis alas entintadas
Mi miedo traspasó los años y me hizo todo el daño
Que la tierra de mi cuerpo ha soportado
Y vengo ahora alucinado y viejo ya
-a juzgar por la nueva tropa de poetas-
Escribiendo con las alas chamuscadas
Tiritón y patético.

¡Aaaaaaaaaaah!

¡Tiritón y patético!

03 junio 2007

ANTONIA


Antonia cumple hoy 2 años. Estoy feliz, pero con un dejo de tristeza. La verdad es que no tengo puta idea qué me pasa hoy. Mi hija revoltosa, alegre, pelusa cumple 2 años y ando arrastrando un dejo amargo en la boca. Ella ha hecho lo que ha querido. Es su día. Se embadurnó con salsa y grasa de cordero al almuerzo, salió a pasear con Eugenia, ríe y espera a su Abuela Betty, adora a su guagua venida de Santiago. Ella celebra sus "toh" años. Y yo capaz me sienta más viejo, más cercano a la conciencia del absurdo, más lejano a la esperanza.


Antonia cumple 2 años y a la mierda mi tristeza!