107 años han pasado de esos fatídicos meses que llevaron a la tumba a más de 50 obreros chilotes en Bajo Pisagua, desembocadura del río Baker.
107 años cumple entonces el cementerio más famoso de la región de Aysén: Isla de los Muertos.
El 14 de agosto de 1906, fallecía el trabajador número 18. Un ataúd más recibía el cementerio que habían tenido que formar los que se mantenían en pie. Ruiz, obrero que había tomado en sus manos la confección de ataúdes, trabajaba y trabajaba con ayuda de algunos otros.
El 15 y 16 de agosto fueron dos días de "descanso", si podemos hablar de descanso cuando tus colegas se van extinguiendo un poco más cada jornada.
El 17 de agosto la muerte vuelve a acariciar un alma más y otro obrero se muere en el Baker.
Así se van dando los días en aquel paraje, hasta el 27 de septiembre, cuando aparece el vapor Araucanía allá afuera, en ruta hacia el norte y entonces se desvía y recoge a los sobrevivientes.
Todos ellos habían sido abandonados en Bajo Pisagua, ya no tenían casi alimentos, muchos yacían sobre camastros o pilchas, soportando aquella tragedia que se les vino encima como maldición.
Obreros de todas las edades.
107 años han pasado ya y no puede ser que nos importe solo si vendrán más turistas a visitar este año las tumbas misteriosas.
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