26 febrero 2014

Los colonos libres de Aysén Continental: primeros atisbos de un movimiento por el desarrollo regional

Al releer el relato historiográfico de la región podemos darnos cuenta que el movimiento colonizador protagonizado por las familias originarias del centro sur de Chile que comienzan a llegar a inicios del siglo pasado permitirá el surgimiento de una primera propuesta de desarrollo desde la comunidad pobladora, propuesta que será pensada y divulgada por varios pobladores del valle Simpson, a partir de 1913 directamente a las autoridades nacionales mediante oficios y solicitudes, como también en la prensa de Puerto Montt.
Aquellos primeros pobladores, habitantes reflexivos y visionarios, no desconocían la abundancia de recursos naturales existentes en el territorio, es más, la consideraban como base para un poblamiento amplio y orientado por familias chilenas que quisieran surgir mediante su trabajo y esfuerzo. Del mismo modo, estos pobladores consideraban que las grandes explotaciones ganaderas, ejemplos de un modelo de desarrollo exclusivamente economicista, que si bien daba trabajo a gran número de personas, beneficiaba a un pequeño grupo, no debían seguir siendo avaladas por el Estado.
Varias fueron las cartas escritas a las autoridades solicitando apoyo para que las pequeñas explotaciones ganaderas, forestales, agrícolas o mixtas que probaban suerte en los valles Simpson y el lago Buenos Aires (actual General Carrera), pudieran en conjunto formar una colonia nacional en lo que llamaban El Huemúl y valle del río Simpson (otoño e invierno de 1913, verano de 1914 por ejemplo). Escasas las respuestas que recibieron.
Hacia 1920, el Ingeniero José Pomar reconocía que el mejor modelo de poblamiento y desarrollo para el territorio era el de la colonización particular como él mismo la denominó, pues aseguraba que cada familia propietaria trabajara su predio y con el apoyo estatal (caminos, puertos, administración) para sacar sus productos al comercio nacional, se aseguraba la incorporación del área a la vida política, económica y cultural de la nación. Y hacia esa opción de desarrollo se orientaron sus sugerencias a las autoridades de la época.
Esta propuesta de desarrollo levantada por los pobladores mencionados, liderados por José Silva Ormeño, Adolfo Valdebenito y apoyados por visitantes como Fridolín Franz, se plasmó por ejemplo en la fundación de un poblado, Balmaceda, el que comenzó a ser visualizado por José Silva Ormeño ya a fines de 1912 y que en una carta al Ministro de Colonización fechada en agosto de 1913 llamaba “Inmigrantes”, nombre que fue cambiado por el de Balmaceda en homenaje al primer presidente chileno que apoyó la colonización de pequeños campesinos chilenos. La idea de los pobladores era que Balmaceda se convirtiera con el tiempo en centro dinamizador del territorio.
Sabemos que otra fue la historia, pues tanto el Estado como la misma Compañía Ganadera que explotaba vastas zonas de la cuenca del río Aysén, orientaron el surgimiento de los poblados de Puerto Aysén y Coyhaique, manteniendo el control de las dinámicas sociales y productivas de la época.
Paralelamente otras zonas del extenso Aysén, se iban poblando lentamente y en ellas se reproducían los mismos conflictos y limitaciones al poblamiento particular.




Extracto del artículo titulado Breve reseña histórica de los movimientos por el desarrollo de Aysén, publicado en el sitio: http://issuu.com/codesa/docs/breve_rese_a_del_desarrollo_de_ays_n

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