paso del frío a la lluvia
voy del secano ancestro
a la lluvia austral de este pueblo.
Puerto que no es puerto.
dormita tranquilo su lejanía
recoge su propia lluvia
para bebérsela.
Hoy vuelvo a la lluvia
en Puerto Cisnes: nocturno y cansado
entro en un aroma costero inconfundible
que se viene arrastrando desde todos los fiordos.
Lo percibo entre las calles,
me entrega mis propios recuerdos
azumagados por el tiempo
recelosos ellos de olvido.
-Es el tepú- me dicen unos cisnenses
que parecen hechos de lluvia
por sus miradas transparentes
-Buena leña sabe, arde aunque esté mojada-
Como los corazones que laten Puerto Cisnes, pienso.
La lluvia continúa imperturbable sobre el paisaje.
Entre las casas se pueden oír conversaciones alentadas
son las cocinas ‘almadas’ del sur, me escucho
intento traducir frases, gestos tras las tejuelas
sólo la lluvia afina su melodía sobre mi cabeza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario