24 septiembre 2024

Los rosales de mamá

Los rosales de mamá están brotando

se abren sus flores llenas de dolor

una a una, abatidas...

pero se abren.

(21 de septiembre 2024)

Un brote de rabia

El día undécimo trae un brote de rabia que surge entre las hojas de la pena.

(17 de septiembre 2024)

Y al décimo día...

Y al décimo día dirás que no ha pasado, que ha hecho un viaje de esos que hacía en su auto de los sesenta, rumbo a no sabes dónde.

(16 de septiembre 2024)

¡Celebro tu vida, Nilda!

 Cuando vine a inicios de agosto, me viste entrar en la casa y antes de saludarme me dijiste:

-No quiero que me huevees con que tengo que levantarme, que tengo que caminar, que tengo que hacer esto o lo otro, déjame tranquilita en mi cama los días que me quedan.
Estabas muy bien de salud, no podía ser que esa frase "los días que me quedan" fuese real. Era tu humor negro, pensé. O tal vez un lapsus de esos que rara vez te venían este último tiempo.
Entré entonces en el juego y me reí, me hice el hueón con la frasesita, porque ya habíamos hecho planes para tantas cosas que se venían estos años. Nos habías dicho diez años el año pasado (y también me hice el hueón con la sumatoria, por supuesto)
Pero no mentías, ni confundías el tiempo. Y al decírmelo de rompe y raja, me preparabas, a tu manera.
Hoy sacaba la cuenta que tú perdiste a tu papá cuando tenías 33 y a tu mamá antes de cumplir tus 40. Ambos murieron de menos edad que tú: Obdulio de 78 años, Rosa de 67.
Celebro tu vida Nilda, gracias por darme la mía.

(10 de septiembre de 2024)

Nilda Pefaur Larrondo en la Universidad Popular de Ovalle, 1952

 Otro de tus regalos para el futuro mamá: un certificado de la Universidad Popular de Ovalle "Valentín Letelier", fundada en 1947 y en la que estuviste 3 años.




09 septiembre 2024

Mi silencio (Nilda Pefaur Larrondo, década del 50, s. XX)

 Queriéndote..., ¡y cómo te quiero!,

ocultar debo yo mi gran pasión;

ocultar que por ti... me desespero,

y guardar en secreto mi dolor.


Guardar en mi pecho esta ternura,

que se funde en mi alma, en mi ser;

tener que aceptar con amargura,

que te alejes..., sin poderme comprender.


Y tú..., nunca mi dolor sabrás,

por qué debo acallar esta pasión

y ocultar mi frenético querer;


porque teniendo así, que padecer,

he tenido que callar al corazón,

y he tenido que callar... ¡Por ser mujer!

Nilda Pefaur Larrondo (Ovalle, 14-07-1932 / Santiago, 06-09-2024)

Se fue a jugar con la niña que el otro día vino a buscarla 


 Nilda Pefaur Larrondo (Ovalle, 14-07-1932 / Santiago, 06-09-2024), hija de Rosa Larrondo Cortés y Obdulio Pefaur Ramos, se fue tranquila a jugar con una amiga. La vino a buscar en un sueño el lunes 02, pero quedaron de volver a verse unos días después. La cita fue el viernes 06, a las 13:49. Le dije que fuera nomás a jugar con ella, que acá estaríamos bien.