No se puede negar que estos 4 años de gobierno de la derecha chilena serán muy telúricos a nivel de dichos y decires. Y como hay que ir tomando posiciones uno comienza a ver que no queda otra que ser "cabeza de piojo", "tonto de la cabeza", (Larraín, presidente RN, con ese aire bonachón y tan despectivo el caballero), por considerar que la especulación que en sí ensucia las manos y la calidad moral de quien la ejerce, llevada al extremo es delirante.
Creo que los acontecimientos que observamos están dando paso para afincar una nueva ética de la especulación y el oportunismo a toda escala, donde ser y comportarse así, será la norma, lo deseable, lo aplaudible, total el presidente da la pauta. Y fíjense que no digo que esto haya comenzado el 11 de marzo, esto inició hace décadas y ahora la nación cuenta con el material transgénico más formidable para adosarla a nuestras bases de comportamiento social.
Otra cosa que me llama la atención es esa suerte de silencio que ronda al mandatario, y las salidas que sus asesores y representantes deben hacer, siempre contradiciéndose unos con otros.
Tonteras de la cabeza según se puede entender, bah!
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