Me hundo en la foresta inexistente
quemada a fuegos viejos
me hundo en el humus azul del presente
se escuchan gritos en el barro oscuro
aullidos, monedas que van y vienen
paquetes de este barro sin luz
enrumban sobre el desierto de lloviznas
tapo mis oídos y me hundo aún más
abajo (hay un abajo siempre)
hay otros que reclaman por mi peso
muerto el argumento
hay otros que reclaman
arriba (se acaba el arriba a veces)
el tapiz reverbera,
su volumen ha sido vano
un tejido estampa, brilloso dentro del ojo
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