Llevo quebrada la cintura. Y camino por el paisaje bucólico como si nada realmente fuera a pasar. Arrastro la necesidad de llorar, pero no conozco los motivos. Se me han esfumado los motivos dejando sólo el llanto adherido. Eso que llamo ausencia, que siempre llamé ausencia, es la nostalgia de la memoria.
Llevo quebrada la cintura y se me escapan desde allí todos los recuerdos que atesoraba entre los genes embrutecidos por el alcohol y la violencia. Mastico un grito ancestral y no encuentro lugar para vomitar el llanto que le acompaña. Simplemente camino un día más por el paisaje congelado y triste que elegí para hundir mi semilla y aquel grito que la acompaña.
2 comentarios:
Hola Mauricio:
Venía a decirte que cerré mi blog. Te seguiré leyendo. Un beso
¿Por qué? Tienes poco tiempo? ya no le ves sentido?
Un abrazo y gracias...
Mauricio
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